FAQ RECICLAJE

Sí, todos los plásticos provenientes de la familia de los termoplásticos -que son la mayoría de los plásticos que hoy vemos en el mercado (PET, PEAD, PEBD, PVC, PS, PP)- son técnicamente reciclables. Esto, gracias a que se trata de materiales que tienen la propiedad de cambiar su forma, sin modificar su composición.

Es importante considerar que, para reciclar los plásticos, sobre todo aquellos que provienen de residuos domiciliarios, éstos deben ser monomaterial (no mezclar distintos tipos de resinas) y estar limpios (con la menor contaminación orgánica posible).

En principio, todos los plásticos se pueden reciclar. Comúnmente durante el proceso de fabricación de los productos plásticos, los sobrantes o rechazos de producción son completamente reciclados. El problema en Chile es el bajo reciclaje post-consumo (residuos que generamos en nuestras casas), donde se encuentran grandes cantidades de plásticos homogéneos, como cajas, cajones, botellas y envases de alimentos. Estos plásticos botados como “basura”, son un valioso recurso y hoy depende de todos nosotros que tengan una segunda vida, llevándolos a los puntos limpios, verdes o entregándolos en la recolección domiciliaria de reciclables.

Los plásticos son una familia completa de materiales y cada uno de ellos ha sido creado con propiedades específicas para fines específicos. Diferentes plásticos no son siempre compatibles entre si, y las mezclas generan productos finales de difícil o nula reciclabilidad. El costo de separar los distintos tipos de plástico, tanto en términos económicos como ambientales (energía, consumo de agua, etc.) es tan alto que lo hace poco atractivo comparado con su uso como fuente de poder calorífico, al ser usados como combustible para generar calor y energía.

Sin embargo, el reciclaje de plásticos post-consumo seguirá creciendo, especialmente gracias a aquellas aplicaciones plásticas monomaterial que además son fáciles de limpiar y separar. De esta forma, cada vez más se reincorporarán plásticos reciclados a nuevos productos, evitando que se extraigan recursos naturales.

Normalmente las propiedades de los plásticos reciclados son tan buenas, que permiten usarlos en altos porcentajes de mezclas con plásticos vírgenes para fabricar una infinidad de productos. Por ejemplo, el PET reciclado de botellas permite fabricar fibras textiles e incluso nuevas botellas para bebestibles; el PP reciclado de los parachoques de automóviles se usa para fabricar manubrios de automóviles; y el film reciclado de envases se usa para fabricar bolsas de aseo. Hay plásticos reciclados que se usan para reemplazar otros materiales como el concreto y la madera. Algunas de estas aplicaciones son las eco-tablas que se usan para mobiliarios de terrazas, aislaciones acústicas para autopistas, postes para cercos, tejas para techos, pallets, etc.

En la mayoría de los casos, los plásticos presentan ventajas respecto de materiales alternativos (por ejemplo, resistencia a la intemperie, mayor vida útil, etc.), e incluso el uso de plásticos reciclados tiene un impacto en la generación de gases de efecto invernadero menor que la del vidrio o el aluminio.

No, cuando son bien gestionados no lo son. Los plásticos no sólo proporcionan numerosos beneficios a la sociedad, sino que además tienen un bajísimo impacto en el medio ambiente. Los plásticos poseen muy buenas propiedades físicas, excelente relación precio-calidad, son livianos y fáciles de moldear. Comparativamente con otros materiales, necesitan menos energía para su fabricación y transformación en productos útiles, por lo que representan un uso muy eficiente de los recursos naturales. Incluso, cuando ya han cumplido su vida útil, pueden ser recuperados para usarlos nuevamente como materia prima o como fuente de energía primaria.

En términos de su función, permiten que los alimentos se conserven por más tiempo en excelentes condiciones, por lo tanto, evitan el food waste. Asimismo, poseen barreras que incrementan la inocuidad de las aplicaciones, entre otros beneficios y utilidades.

Sí, gracias a las nuevas tecnologías, hoy sí existen plásticos biodegradables y compostables. Tanto provenientes de fuentes renovables, como el maíz o la caña de azúcar, como de fuentes fósiles que tienen la propiedad especial de biodegradarse.

No. Para aclarar este punto es necesario analizar los impactos medioambientales asociados a todo el ciclo de vida de un material, desde su extracción como recurso natural, hasta su descarte o reutilización al final de su vida útil. De hecho, al realizar análisis de ciclo de vida de los distintos productos, de diferentes materialidades, se puede comprobar que muchas veces el plástico tiene ventajas en materia de huella de carbono e hídrica.

No. Si bien la mayor parte de los plásticos se fabrican en base a derivados de combustibles fósiles, como el petróleo, sólo el 6% de la producción mundial de petróleo se usa para la fabricación de este material. Los plásticos permiten fabricar automóviles más livianos ahorrando, por ende, combustible; mientras que sus propiedades térmicas aislantes permiten construir edificios con menores necesidades energéticas. Además, no debemos olvidar que el plástico es un material reciclable. Y también existen plásticos de fuentes renovables.