Luego de su paso por Busan, Corea del Sur, como miembro de la delegación chilena que participó en la negociación de Tratado Global contra la Contaminación por Plásticos de las Naciones Unidas, Magdalena Balcells, gerenta general de ASIPLA, nos habló en detalle sobre cómo se desarrolló el quinto Comité Intergubernamental de Negociación (INC-5), las expectativas que hay de cara a los resultados de esta última sesión y los desafíos que se presentan para las instancias que vienen.
Es de público conocimiento que en la INC-5 no se alcanzaron los acuerdos esperados para esta etapa del proceso. Pero, viendo el vaso medio lleno, ¿cuáles serían algunos de los avances que se lograron en dicha instancia?
Tratando de ver el vaso medio lleno, hay que entender que, a medida que fue avanzando la negociación de este acuerdo, se fue poniendo cada vez más ambicioso y ampliando su alcance, en parte, yo creo por temas que tienen que ver con intereses más políticos, pero, también, porque el tema es mucho más complejo de lo que uno dimensiona, sin considerar su aspecto técnico.
Dicho lo anterior, creo que, de las cosas positivas que surgen o se pueden rescatar de esta INC-5 en Busan, Corea, hay bastante consenso en que se debe que trabajar fuertemente en gestión de residuos, como una forma clave de reducir la generación de microplásticos; también en la importancia del trabajo del ecodiseño y el reciclaje de los plásticos, pensando en alargar su vida con más usos y aprovechar la materia prima reciclada.
¿Qué diferencias pudo observar en este comité de negociación respecto de los anteriores?
Este comité fue distinto a los anteriores porque había mucha presión para poder lograr avances, dado que se trataba del último. Sin embargo, a pesar de que se hizo un esfuerzo por parte del Chair de mandar un documento resumido para que fuera el punto de partida de la negociación, fue difícil avanzar en aquellos puntos que desde la INC-3 se vienen anticipando como aquellos más difíciles en los que se necesita convergencia.
Una de las grandes dificultades que observamos es que, al tratarse de un acuerdo que se requiere de consenso para su aprobación, basta con que pocos actores no estén de acuerdo con algo para que siga costando sacarlo adelante. Y en ese sentido, el Chair tuvo que cambiar la estrategia de negociación varias veces, algo que hizo de este INC distinto de las otras reuniones.
Además, se restringió el acceso de las delegaciones y se redujo el trabajo de los grupos de contacto -que es el trabajo en detalle que se hace de tópicos específicos-, dejándolo casi todo al alero de discusiones más cerradas, pero, a la vez, más informales; es decir, lo que se discutía no era necesariamente lo que iba a quedar en el acuerdo, pero permitía que en esas reuniones cerradas donde sólo participaban los negociadores de las delegaciones se analizaran puntos de vista sin necesidad de que eso quedara reflejado en el acuerdo mismo, buscando quizás con esta metodología, entender cuán alejadas estaban las posturas. Sin embargo, esto tampoco dio el resultado esperado.
¿Cuál es el camino que se seguirá ahora, qué se espera que pase?
Es difícil poder predecir cuál es el camino que se seguirá, porque, en el fondo, pese a que se hicieron modificaciones sobre la marcha respecto de la metodología de trabajo, los puntos de discusión siguieron siendo los mismos, entonces es difícil anticipar cómo se va a resolver ahora.
Va a haber un Comité Intergubernamental de Negociación (INC) 5.2, todavía no se sabe cuándo ni dónde. Lo que sí se acordó es que se va a trabajar a partir del Non Paper 5, que es el último documento que se liberó el 1 de diciembre de 2024 durante la INC-5; pero ese texto sigue teniendo áreas que no están redactadas y en las que no hay ningún indicio, al menos hoy, de que vaya a ser factible llegar a acuerdo en la INC-5.2. Se trata de los puntos más complejos y divergentes, como es el caso de los plásticos problemáticos -si se hace listado o no-, de los químicos de preocupación, donde la discusión también es la misma, si se hace una aproximación desde el análisis de riesgo asociado o listas con aditivos o químicos específicos.
Y el financiamiento también sigue siendo uno de los puntos difíciles de la discusión, puesto que todo lo que se está promoviendo requiere de mecanismos de financiamiento para que se avance con mucho recurso disponible, recursos que deben ser fáciles para hacerle seguimiento y trazabilidad, con el fin de asegurar que están siendo ocupados de manera óptima para lograr los resultados esperados.
¿Qué visión tiene la industria del plástico respecto del rumbo que está tomando el tratado y su negociación?
La industria del plástico ha tratado de ser un aporte en toda la discusión del Tratado Global, poniendo foco en aquellos elementos que favorecen el ecodiseño, el diseño para la reciclabilidad, la recolección, separación y pretratamiento, los esquemas de gestión de residuos, entre otros, y promoviendo que, en casos como el de los plásticos problemáticos o el de los químicos de preocupación, se aborden desde la mirada del análisis de riesgo, mucho más que desde los listados y las prohibiciones.